En la mayoría de los casos de hemorroides, la solución al problema la podemos conseguir tan sólo con algunos cuidados básicos en el hogar. Sin embargo, algunos individuos experimentan ataques repetidos y, en algunos casos, esto puede causar complicaciones. En general, en los casos en que los síntomas típicos de las hemorroides son comezón y ardor, las complicaciones son poco frecuentes.
No obstante, cuando aparecen las hemorroides estranguladas, aquellas que se forman cuando en las hemorroides externas se desarrolla un coágulo de sangre, el asunto ya no es tan fácil de sobrellevar, ya que éstas pueden ser muy dolorosas y puede ser necesario, en este caso, acudir a un tratamiento médico inmediato. El estrés, el estreñimiento o un ataque de tos pueden ser la causa de desarrollar un coágulo de sangre en las hemorroides. Cuando esto sucede, el dolor puede ser muy molesto, y lo mejor es consultar a un médico de inmediato. Si se deja sin tratamiento, la infección puede causar gangrena, aunque esto es afortunadamente en casos muy raros. La mejor manera de evitar que la trombosis hemorroidal se complique, es tratar las hemorroides antes de que se desarrolle.
Sin embargo, no todas las hemorroides trombosadas causan dolor. En algunos casos, pueden curarse después de una semana. Cualquier persona que sospeche que pueda tener trombosis hemorroidal que no causa dolor y no parece estar empeorando puede esperar una semana para ver si se resuelve antes de buscar tratamiento médico. Las hemorroides dolorosas y que no parecen sanar por sí solas, sí necesitan tratamiento médico.
COMPLICACIÓN DE LAS HEMORROIDES INTERNAS
Una complicación de las hemorroides internas es lo que se conoce como hemorroides estranguladas. Cuando las hemorroides internas prolapsan a través del ano y se hinchan, los músculos que controlan la apertura y cierre anal pueden cortar el suministro de sangre a la hemorroide, causando la muerte del tejido hemorroidal. El resultado es dolor y la posibilidad de que surja sangrado y formación de pus. En estos casos, la cirugía es necesaria para evitar complicaciones o infecciones.
Si el sangrado de las hemorroides es crónica, incluso a niveles bajos, puede causar anemia. La anemia es una condición en la que no hay suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno a las células, y esto causa debilidad y fatiga. Si es lo suficientemente grande, la anemia puede poner en peligro la vida.
Algunas personas creen que las hemorroides que no se tratan, pueden convertirse en un cáncer, pero esto no es cierto. El problema es el sangrado. Si una persona tiene sangrado rectal, y es mayor de 50 años, los médicos creen que es importante hacer exámenes para descartar causas peligrosas, como el cáncer. Si el problema resulta ser las hemorroides,el tratamiento es el mismo que para cualquier persona que padece hemorroides.
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